A veces veo políticos

on 6 de marzo de 2012


Si ves un ratón, es que hay diez, y si ves cuatro, hay cien.

Hemos conocido múltiples episodios de corrupción en los últimos años; pero sin duda, no son todos los que se han producido. Sabemos del corporativismo de los miembros de un mismo partido, y suponemos encubrimientos y complicidades. ¿Cómo se explica que tras largos años de bonanza, el castillo de naipes caiga tan rápidamente?; porque muchas cartas han desaparecido en las mangas de los tahúres mandantes, bajo el auspicio de prescripciones judiciales; absoluciones dudosas y silencios cómplices. Dicen que el brazo de la ley es largo; pero a mí sólo me queda constancia la largura de manos de los que tuvieron el bote a su alcance.

No se puede luchar contra la economía sumergida, dando semejante ejemplo, pues los que pueden distraer unas monedas, se sienten legitimados ante el expolio a mansalva de quienes rigen las grandes sumas que genera una nación de más de cuarenta millones de habitantes. La evidencia de estos abusos, fomenta la rebeldía fiscal como desquite y rabieta; y en última instancia, genera insolidaridad y hábito.

¿Con IVA o sin IVA?, pregunta el dependiente, y el comprador, prefiere que, al menos, ese porcentaje no se pierda en las intrincadas veredas del mangoneo de unos pocos, y pasito a pasito, le permita llegar a fin de mes. Si no hubiera tantos episodios de corrupción, seguramente sería menos habitual la preguntita de marras, porque las trampas pequeñas, crecen a la sombra de las grandes, esas de los grandes eventos y las fastuosas inutilidades

3 comentarios:

Resquicios dijo...

No hay control sobre las arcas públicas. Ya no sólo por el mangoneo de muchos si no también por lo “legalizados” movimientos de capital: partidas presupuestarias que se trasladan de un unos sectores a otros con total impunidad (por no hablar de las ayudas a las entidades financieras).
Por desgracia no es sólo que carezcamos de las necesarias garantías de que nuestros impuestos repercuten en los bienes comunes que se nos indicó, si no que las pruebas nos van descubriendo que lo difícil es que algún céntimo- no diré euro- llegue a tal destino. Inflar las arcas privadas de caraduras mangantes? Si puedo: no.
Besos

Pombolita dijo...

Totalmente de acuerdo, le mando un link a un artículo interesante precisamente sobre corrupción

http://enarchenhologos.blogspot.com/p/noticies.html

Sole dijo...

Dónde Ud. ve ratones, yo percibo ratas, debe ser que cada uno ve según sensibilidades, entendiendo éstas, para el caso que nos ocupa, como temor o miedo y preocupación hacia lo que uno está mirando.

Lo que más me jode es que nunca oigo que devuelven el dinero, y no hablemos de los que ya han prescrito.
Digo yo que este tipo de delitos contra la despensa comunitaria tendrían que ser perseguidos hasta dar con el dinero y regresarlo al bote, enterito más los gastos ocasionados por el despropósito, ¿no?.

bSoS.